Por si no sabes cómo moverte o por dónde empezar, te apuntamos varios itinerarios para recorrer este destino de espléndidas calas y pueblos encantadores
Calas paradisíacas, ciudades con mucho encanto, rica herencia cultural, gastronomía que seduce… ¡En Cerdeña hay mucho que ver! Así que las excusas sobran para sumergirse en un viaje por esta gran isla mediterránea, de fuerte personalidad y que también cuenta con una importante herencia catalana.
Cerdeña (en italiano Sardegna) no merece un viaje, si no muchos, desde una escapada a unas vacaciones para perderse a paso lento. Pero, si vas por primera vez y buscas moverte por libre, te dejamos está guía con varios itinerarios, pueblos y calas que no hay que perderse: cómo llegar, qué comer y más…¿Preparados?
1. Las mejores playas de Cerdeña
Vamos a empezar haciendo ruta por lo más refrescante, y más en estos días de calor que apetece darse un chapuzón -aunque Cerdeña siempre es un buen destino en las otras estaciones del año-. Apunta las playas y calas que debes visitar.
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Cala Goloritzè y Cala Mariolu (Golfo de Orosei)
Ambas playas son las joyas de la parte meridional del golfo de Orosei. Cala Goloritzè está considerada como una de las más bonitas de Europa y es un emblema de Cerdeña, conocida por sus aguas cristalinas, su entorno natural y su icónica aguja de piedra. Se puede acceder a ella a través de embarcaciones y lanchas de alquiler. También se puede hacer a pie aunque requiere de una caminata exigente de una hora y cuarto, pero que bien merece la pena (la ruta más común comienza en Su Porteddu, cerca de Baunei).
Cala Mariolu es otra opción imprescindible. Te sorprenderá con sus tonalidades de azul celeste y verde esmeralda, sus piedras blancas y rosas, mezcladas con la arena que la convierten en un lugar idílico. Es ideal para la práctica de submarinismo y buceo. Se puede llegar en barco o caminando desde Piredda en la Meseta del Golgo. No cuenta con servicios para comer o comprar alimento, así que lo recomendable es ir bien preparado.
♦ Información práctica: Aquí puede ver opciones de excursiones en barco.

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Playa grande Pevero (Costa Esmeralda)
Es la zona más lujosa de Cerdeña, donde los famosos acostumbran a ir de vacaciones. Así que no te extrañe que sea uno de los lugares más caros de la isla. No te pierdas un paseo por Porto Cervo, el pueblo lleno de callejuelas repletas de tiendas, restaurantes y hoteles de lujo. En la costa, se pueden visitar las playas del Grande Pevero y Piccolo Pevero, flanqueadas por rocas de granito modeladas por el tiempo y la maleza mediterránea. La fama de la Costa Esmeralda se debe también a algunos lugares de inestimable valor natural, como cala Volpe, exclusivo puerto natural donde se filmaron algunas escenas de la décima entrega de la saga de James Bond, ‘La espía que me amó’. Otras opciones son la resguardada Spiaggia del Principe, con su arena finísima y aguas de un azul etéreo; la elegante Romazzino, rodeada de villas exclusivas y para quienes buscan tranquilidad nada como Li Ittricceddi.
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Playa su Giudeu (Chia- Pula)
Situada en la costa del extremo suroeste de la isla, con el paso de los años se ha convertido en el verdadero símbolo de Chia. Su Giudeu es conocida por su arena blanca y fina, aguas cristalinas y fondos poco profundos. Es la continuación de otra joya de la misma bahía, s’Aqua Durci, separada por una pequeña escollera rocosa. No muy alejada, en la encantadora y famosa localidad turística de Chia – en el territorio de Domus de Maria – encontrarás otras dos playas espléndidas: sa Colonia y Porto Campana.

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Playas en Villasimius (Villasimius)
A menos de 35 km de Cagliari, en la costa más sureste de Cerdeña se encuentra Villasimius. Y, si bien el centro de la ciudad está a un kilómetro del mar, en todo el entorno se pueden disfrutar de playas y calas preciosas de aguas turquesas y acantilados con curvas infinitas como: Porto sa Ruxi, Campus y Campulongu, playa del Riso -que se diferencia de las otras por sus granos de arena, similares a los de arroz (riso en italiano)- y numerosas caletas encastradas entre las rocas como cala Caterina. También es una buena opción la playa de Porto Giunco, que se encuentra detrás la laguna de Notteri, hábitat de los flamencos rosas y de otras raras especies de aves. Y al norte, puedes darte un baño en las playas de Simius y de Traias.
2. Los pueblos de Cerdeña que no puedes perderte
No es ningún secreto que las playas de Cerdeña son su gran atracción, pero sus encantadores pueblos llenos de historia, cultura y una belleza única son una experiencia aparte. Te apuntamos algunos que puedes incluir en tu ruta:
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Alghero (Alguer)
Es la ciudad más importante en el norte de la isla. Y con una fuerte herencia catalana que se refleja en su idioma, gastronomía, arquitectura y tradiciones. Llamada la “Barceloneta Sarda”, es conocida por sus impresionantes playas y su casco histórico, que data del siglo XII y se puede recorrer fácilmente y sin prisas. Date un paseo al atardecer y piérdete en el laberinto de sus callejuelas medievales o disfruta de su puerto. Puedes completar el día cenando en las mesas de restaurante a lo largo del paseo de la muralla alumbrada con luz tenue y vistas al mar. Muy recomendable la ‘aragosta alla catalana’ (langosta con tomate y cebolla), plato típico que evoca el pasado catalán. Y no olvides entrar en la Catedral de Santa María.
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Cagliari
La capital sarda es el punto de partida perfecto para explorar la belleza natural de Cerdeña. Situada al sur de la isla, se divide en barrios históricos que poseen un encanto propio, uno de ellos es Castello, que se encuentra en la colina más alta rodeado por unas imponentes murallas, en el que además de recorrer sus callejuelas y comprar en sus tiendas artesanales, podrás ver el Bastión de Saint Remy con unas fantásticas vistas de la ciudad. El barrio Marina y Stampace también son ideales para visitar. Además, en tu recorrido por la ciudad no olvides subir al castillo de San Miguel o admirar el anfiteatro romano.

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Castelsardo
Este encantador pueblo medieval con sus casas de colores se encuentra encaramado en un promontorio rocoso que domina el mar. El núcleo original de Castelsardo creció alrededor del castillo de los Doria, que, según la tradición, se remonta al año 1102, aunque es más probable que sea de finales del siglo XII. No te pierdas la catedral de San Antonio Abad, las calas Ostina, San Pietro y Lu Bagnu y la Roca del Elefante.

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Olbia
Dominado por el paisaje granítico y aguas turquesas, es la puerta de entrada del noreste de Cerdeña. Llamada por los griegos Olbìa, es decir, feliz, cuenta con un sinfín de caletas de color turquesa entre las que destacan: Porto Istana y el Lido de Pittulongu, y en concreto La Playa, preferida por los nativos. Asimismo, Squalo y del Pellicano, la de Mare e Rocce y la de Bados. Y para conocer los orígenes de la localidad, no te vayas sin visitar el Museo Arqueológico o el Museo de la Necrópolis y sin darte un paseo por la calle Corso Umberto I.
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La Maddalena
El archipiélago de la Maddalena es un conjunto de islas, muchas de ellas deshabitadas. Las principales son La Maddalena, Caprera, Santo Stefano, Spargi, Budelli, Santa Maria y Razzoli. Siendo la primera y la segunda las únicas que se pueden visitar en coche, son de fácil acceso por mar. Es visita obligada, la residencia de Giuseppe Garibaldi, una de las figuras claves de la historia italiana que vivió durante los últimos 26 años de su vida en Caprera.

3. Otras rutas para descubrir
Te lo advertimos, Cerdeña tiene mucho por descubrir y, además de sus playas, pueblos y ciudades hay otras opciones que bien vale la pena visitar como por ejemplo la gruta de Neptuno, una maravillosa caverna de piedra caliza accesible a los visitantes a través de una larga escalera de 654 escalones tallados en la roca o, como alternativa, por mar gracias al servicio de la Linea Grotte. También vale la pena acercarse a admirar los curiosos nuraghe, unas construcciones de piedra que se remontan a más de tres mi años y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Puedes verlos en Palmavera y Barumini, entre otros.
4. No te vayas sin probar la gastronomía sarda
Otra forma de sumergirse en los destinos que se visitan es a través de su gastronomía. En Cerdeña, la variedad de platos está servida. Prueba las ‘culurgiones’, una especie de pasta rellena que sabe a gloria, o las ‘seadas al miele’, una delicia que se prepara con pecorino fresco y piel de limón, envueltas en una bola de masa y rociadas con miel. La ‘bottarga’ también es un preciado manjar sardo que hay que degustar, de aspecto parecido a un embutido que se elabora a partir de las huevas de ‘muggine’, un salmonete de costa y laguna. Para los amantes del queso, el pecorino es una buena opción, sin olvidar el pan carasau, que se puede comer con carne, queso, aliñado con aceite y sal. Y un brindis con el vino blanco Vernaccia di Oristano.
MÁS DATOS PRÁCTICOS
- Cómo llegar: Hay vuelos directos y económicos desde diferentes ciudades de España hasta los aeropuertos de Cagliari en el sur o los de Olbia y Alghero.
- Cómo moverte: La mejor manera de conocer la isla es con coche de alquiler o en vehículo propio que puedes traerlo en ferry. Aquí puedes consultar algunas alternativas de alquiler
- Dónde dormir: Hay desde hoteles, casas, apartamentos…Encuentra la mejor opción aquí
Conclusión
Cerdeña siempre sorprende. Y una buena razón para visitarla son sus playas, sus pueblos con encanto y sus ciudades, sin olvidar su sabrosa y variada gastronomía que se puede degustar en toda la isla. ¡Es hora de hacer maletas!