La cuna del enoturismo de La Rioja es una parada obligatoria para los ‘wine lovers’ pero, además de vinos y bodegas, cuenta con un rico patrimonio urbano y exhibe desde hace siglos una vocación de modernidad
Vinos, pinchos y quesos. Haro es una de las paradas gastronómicas imprescindibles de España. Una ciudad que invita a detenerse y a pasar un par de días disfrutando de los sabores de la vida. Y encima está enclavada en un paraje natural bello, de atardeceres silvestres. Un paseo por este lugar icónico de La Rioja que siempre ha tenido un afán de modernidad -por eso fue uno de los primeros pueblos del país en disponer de alumbrado eléctrico en todas las calles- permitirá descubrir que es mucho más que vino.
Un cartel a la entrada de Haro reza que es la capital del vino de Rioja. Y es que aunque el elixir de la vid condicione su calendario anual como, por ejemplo, con la ‘Batalla del Vino’, su fiesta más famosa que se celebra el 29 de junio y que se trata de una pelea pacífica entre dos bandos que utilizan litros de vino en lugar de otros artilugios más peligrosos, esta ciudad de 12.000 habitantes, merece una escapada en cualquier época del año. ¿Hacemos ruta?
-
El corazón de Haro
Un buen punto de partida para empezar a descubrir la ciudad es la Plaza de la Paz, considerada el centro de la ciudad, rodeada de elegantes edificios y un llamativo quiosco en pleno centro, en el lugar donde un siglo atrás existía una fuente y a donde los jarreros acudían a llenar sus cántaras. Aquí también se ubica el Ayuntamiento, un edificio neoclásico del siglo XVIII y que en lo alto de la fachada principal conserva un reloj del año 1857. Asimismo, los arcos con barricas de vino de la plaza se han convertido en los últimos años en el photocall casi obligatorio para cualquier visitante. Otro de los edificios destacados es el Palacio de Bendaña, que alberga la Oficina de Turismo y la biblioteca donde puedes solicitar cualquier información o hacerte con un mapa de Haro. Y, por último, si te apetece un buen descanso, aprovecha para tomarte un café en algunas de las terrazas de los bares que hay alrededor.

-
Barrio de la Estación
Empezó a dibujarse en la segunda mitad del siglo XIX como consecuencia de la sustitución de las caballerías como medio de transporte tradicional del vino por un novedoso ferrocarril y por eso se llamó Barrio de la Estación. En aquella época comerciantes franceses se trasladaron al territorio riojano, en concreto a los alrededores de la estación del ferrocarril de Haro, para exportar vino español al mercado francés. Entre 1877 y 1904 fue cuando se configuró definitivamente el barrio: fueron años en los que también había fábricas de aguardientes, jabones, abonos y algunas viñas entre los almacenes de los bodegueros. Y aunque de aquellos orígenes ya no queda nada, hoy en día es uno de los rincones más importantes de Haro ya que alberga la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo como Bodegas Bilbaínas, Muga, Ramón Bilbao, Cune o López de Heredia, entre otras. Sin duda, ¡un imprescindible para todo “wine lover”! ya que se hacen visitas guiadas y degustaciones.
♦ Información práctica: organiza tu visita aquí

-
Un gran patrimonio de iglesias
Si de algo presume Haro es de tener como patrón a San Felices, a quien se le honra en las fiestas de junio. El benefactor espiritual de la ciudad cuenta con una ermita en su honor que fue construida en el siglo XVIII en los impresionantes Riscos de Bilibio, ubicados a seis kilómetros al norte de Haro, un santuario con unas vistas panorámicas de la región y desde donde se puede ver como el Ebro penetra en La Rioja, atravesando las llamadas Conchas de Haro. Además, la localidad riojana tiene como patrona a la Virgen de la Vega, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre y a la puede se puede rendir culto en la Basílica Nuestra Señora de la Vega, ubicada en los bonitos Jardines de la Vega. Este templo es una verdadera exaltación del barroco que destaca por su retablo del Altar Mayor, construido en 1740. Asimismo, es recomendable acercarse a la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol, a los pies del cerro más alto del casco urbano conocido como la Atalaya: fue construida sobre un templo anterior del que se conserva una portada plateresca a pesar de ser gótica.
♦ Información práctica: Horarios y vistas: Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol

-
Además de vinos, ¡también quesos!
La localidad riojana, famosa por sus bodegas, cuenta también con otros atractivos gastronómicos, como aceites o el queso camerano, una tradición de siglos recuperada recientemente y distinguida con una DOP. Para hacer disfrutar el paladar, maridado con vino o sin acompañamiento, una visita recomendable es la quesería de Lácteos Martínez, que produce el Queso Los Cameros, un negocio familiar fundado por Jesús Martínez y su mujer, Justi González, en 1961 y que promueve la cultura del queso en una de las capitales de la cultura vinícola. También produce los aceites Finca Malzapato, incluido uno de oliva virgen extra ecológico con D.O.P. propia. ¡Vinos y quesos! una excusa más para no perderse Haro.
♦ Información práctica: En la quesería Los Cameros hacen visitas guiadas y catas. Horarios y precio aquí
-
De Nublo, el restaurante con estrella Michelin, a La Herradura
Probar la gastronomía riojana en Haro es un mandamiento que se debe observar sin falta. Hay diversas opciones. Puedes darte un buen homenaje con un tapeo por la zona de La Herradura. También en la ruta que comienza en la calle Santo Tomas encontrarás los mejores bares para probar suculentos pinchos y tomar buenos vinos. Una alternativa es el Bar Chamonix. Pero si buscas algo más sofisticado, el chef Miguel Caño potencia los valores de Haro en su restaurante Nublo con estrella Michelin, ubicado en una casa palacio del siglo XVI en pleno centro histórico. Ofrece una carta austera pero rica, con la mayoría de platos elaborados en horno de leña o a la parrilla. Si prefieres algo más tradicional, el restaurante Terete es especialista en cordero lechal de La Rioja asado lentamente en horno de leña y, además cuenta con una bodega de vinos propia.
Algunos apuntes:
- Banco de España. Haro fue la ciudad con menos población de España y que no fuera capital de provincia que llegó a tener una sucursal del Banco de España, gracias al dinero que se movía por las transacciones económicas en otras épocas.
- Dónde dormir: En pleno corazón de Haro se encuentra un establecimiento con más de 600 años de historia. Antes de ser un hotel de cuatro estrellas fue convento, guarnición militar, hospital y cárcel. Ahora, totalmente renovado, funciona como Eurostars Los Agustinos y tiene habitaciones estilo vintage, un enorme claustro central y un buen restaurant

CONCLUSIÓN
Haro posee buenos argumentos para ser una de las escapadas gastronómicas más apetecibles de España. Es un destino para los amantes del vino, del queso, de las tapas, los asados y platos estrella como el cordero lechal. Y todo ello en una ciudad de gran patrimonio artístico rodeada de viñas y de naturaleza.




