Este pueblo encantador ofrece lo mejor de la Costa Brava, una combinación de playas, paisaje agreste y tradiciones que se reflejan en su música y su gastronomía
La Costa Brava es todo lo que pedimos para una escapada en verano. Y sí, somos conscientes que entre tantos pueblos tan bonitos que la componen es difícil decidirse por uno. Pero nos hemos tomado la licencia de elegir uno y sin ánimo de desmerecer al resto… llegamos hasta Calella de Palafrugell, un lugar de pescadores que ha sabido tomar lo de “pueblo con encanto” al pie de la letra. Y es que sus casas blancas, calles estrechas, calas y planes para desconectar, embrujan ¡lo advertimos!
Este magnetico pueblo costero donde Joan Manuel Serrat compuso parte de su canción “Mediterráneo” y que inspiró muchas de las obras del escritor y periodista Josep Pla, seduce con sus parajes naturales de ensueño, su exquisita cocina de proximidad y… un sin fin de opciones. Déjate sorprender por Calella de Palafrugell:

Foto: Manuel Torres García/Pixabay
1. El Casco antiguo
Un paseo por el núcleo antiguo, no muy grande, es una verdadera delicia. Piérdete por las calles estrechas, mientras descubres tiendas de artesanía local, cafeterías o admiras sus casas con encanto especial como las de les Voltes y la Gravina, donde las buganvillas decoran sus fachadas blancas ¡Más fotogénico no puede ser! También vale la pena acercarse a la iglesia de Sant Pere, construida entre 1884 y 1887 que destaca por su torre cuadrada que se integra perfectamente con la esencia de Calella.
2. Port Bo, icono del pueblo
Tras un paseo por la calle de les Voltes, tendrás uno de los accesos para llegar a Port Bo, la playa atestada de barcas de pesca que conviven con los bañistas y que se ha convertido en icono de Calella de Palafrugell. Los arrecifes rocosos situados entre la arena gruesa y el mar crean distintos ambientes en la playa ¡Nada como sumergirse en sus encantos y olvidarse del mundo! O si lo prefieres, siéntate a mirar la vida pasar mientras saboreas sus delicias gastronómicas en uno de los restaurantes que están alrededor y con vistas privilegiadas. Es el lugar donde se celebra cada verano la famosa cantada de habaneras, las canciones nostálgicas que los marineros trajeron de Cuba y que han dado fama a la localidad.

3. Las mejores playas y calas de Calella de Palafrugell
Reposando sobre la arena, al borde del agua, relax total… en Calella de Palafrugell el verano se disfruta en sus calas ¡Y figuran entre las más bonitas del Mediterráneo y de la Costa Brava! Algunas más rocosas, otras más accesibles, pero todas ellas ideales para pasar un día o toda la temporada completa de calor. Son ocho playas y la mejor manera de descubrirlas es a pie: de la primera ya te hablamos (es Por Bo). Otras opciones son:
- Playa El Canadel: es muy fácil llegar a pie o en coche, es la más grande, arenosa y muy frecuentada por familias. A pocos metros está el paseo marítimo y un mirador desde el Camí de Ronda.
- Els Canyissos: está ubicada en plena zona residencial, flanqueada por un bonito paseo y las antiguas casitas de pescadores. Ideal para bucear y contemplar un mar de aguas cristalinas.
- Port Pelegrí: es la segunda playa más grande, rodeada de frentes rocosos como el mirador de los Burricaires. Es muy pintoresca por sus viejas casetas de pescadores con puertas de colores que se encuentran al inicio de la arena
- La Platgeta: es pequeñita, de arena gruesa y muy frecuentada por familias. Es de fácil acceso a pie, en coche o en transporte público.
- Playa d’en Calau. Se encuentra paralela a la calle Calau, es una de las más concurridas debido a la disponibilidad de servicios de duchas, socorrismo, así como bares y restaurantes a muy pocos metros.
- Playa del Golfet. está cerca del castillo de Cap Roig. Rodeada de un entorno natural, rocas, vegetación y acantilados. Es muy distinta al resto, con una belleza agreste que invita a dejarse llevar y perderse entre sus encantos.
- Port de la Malaspina. Una de las postales más bonitas de Calella, está formada por arena gruesa y piedras.
- Cala Sant Roc o Els Canyers. la vigila desde lo alto el Hotel Sant Roc, que abrió sus puertas en los años 50, y cuenta con las vistas de toda la costa de Calella, los viejos pórticos de pescadores y la fuente de Sant Roc, catalogada como Bien Singular de Calella de Palafrugell. Es ideal para los aficionados al snorkel.
4. Jardines de Cap Roig
Para un plan diferente, nada como visitar los jardines de Cap Roig, un espacio único en el Mediterráneo donde se une naturaleza, arte y cultura. Una visita ideal que discurre por senderos que van descubriendo pérgolas, miradores y bancos desde donde se puede disfrutar de las fantásticas vistas al horizonte. Dentro del mismo recorrido puede accederse a una colección de esculturas que incluye obras de reconocidos artistas como Jaume Plensa, Jorge Oteiza o Santi Moix También cuenta con un castillo de aspecto medieval erigido a inicios del siglo XX.
- Información práctica: AQUÍ
5. Ríndete a la gastronomía
Arroces, paellas, mariscos, pescados, erizos de mar…el encanto de Calella de Palafrugell también se disfruta en su rica gastronomía. En primera línea de mar, una de las alternativas es el restaurante Margarita que combina productos frescos con recetas innovadoras. Un mix inesperado, refrescante e inédito. Y si te apetece probar los pinchos más tradicionales dirígete al restaurante Calau. Otras opciones son: La Blava, Bark o Sol y mar, entre otros.

Foto: Manuel Torres García en Pixabay
Conclusión
Calella de Palafrugell es uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava, un lugar de gran tradición pesquera y musical en un entorno pintoresco que invita a disfrutar de sus playas y calas y de su rica gastronomía. Calella es una tentación de verano.