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Foto: iStock

La villa de la provincia de Huesca invita a retroceder en el tiempo a través de un recorrido por sus estrechas calles, su monumental colegiata y sus Pasarelas que atraviesan acantilados: ¡una verdadera aventura!

Alquézar es uno de esos lugares que atrapan desde el primer vistazo. Nada más dejar el coche en uno de los aparcamientos públicos se puede observar la belleza de esta villa situada en la provincia de Huesca y que está impregnada de energía medieval. Sus estrechas calles empedradas, su monumental colegiata de Santa María, sus pasarelas colgantes y su entorno natural abrumador brindan una sensación de retroceder en el tiempo que invita a detenerse, respirar y descubrirla.

Esta villa no solo presume de figurar en la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España, algo que queda claro en un cartel de bienvenida, sino que también ha sido reconocida por la Unesco como uno de los más bonitos y con mejor turismo rural del mundo, destacando por su sostenibilidad y autenticidad. Su nombre, Alquézar, proviene del árabe al-Qasr, que significa fortaleza y hace referencia a su origen militar en la época de dominio musulmana. Sin duda, este pueblo surgido a la sombra de un castillo, y que ha ido poblando la falda de montaña, será de esos destinos que te hará vivir y sentir experiencias memorables ¿Nos vamos de escapada?

Alquézar está situada a orillas del río Vero y a los pies del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara/ Foto: Roxana Ibañez

1. Pasea por sus calles y descubre su pasado, museos, capilla y más.

Este pueblo del Somontano de Barbastro invita a perderse entre sus callejuelas empedradas que serpentean entre casas de piedras, muchas de ellas con acabados de vigas de madera. El recorrido te llevará a descubrir rincones curiosos que revelan su pasado medieval como el portalón gótico de acceso a la plaza, en el que se puede apreciar el escudo de tres torres, emblema municipal de Alquézar. También, los llamados callizos, una especie de callejones en buena parte cubiertos, que se aprovechaban para situar habitaciones voladas y que a veces servían para cobijar las largas escaleras de madera de chopo para varear oliveras. Según se cuenta, en el pasado era posible cruzar Alquézar de un extremo a otro a través de callizos, sin necesidad de poner un pie en la calle…Uno de ellos es el ‘Pasador de Casa Laila’, que cuenta con un suelo de piedra que con el paso del tiempo ha quedado tan pulido que muchas generaciones de alquezranos lo han utilizado como tobogán. Otros lugares en los que vale la pena detenerse son la capilla del siglo XVI de Nuestra Señora de las Nieves o el Museo Etnológico Casa Fabián, ubicado en una típica casa del Somontano del siglo XVII. Sin olvidar las tiendecitas donde podrás comprar productos locales.

Información práctica:

  • Antes de empezar tu visita deberás dejar el coche en algunos de los parkings ubicados a la entrada de la villa porque el acceso de vehículos solo está permitido para los residentes. 
  • Te recomendamos acercarte al Mirador Sonrisa del Viento que consta de una escultura con agujero en forma de sonrisa y que ofrece una increíble vista panorámica del pueblo.
Callizo ‘Pasador de Casa Laila’ /Foto: Roxana Ibañez

2. Una parada en el corazón de Alquézar: ¡La plaza mayor!

Tu visita a la villa no estará completa si no llegas hasta la antigua Plaza Mayor, hoy llamada de Mosén Rafael Ayerbe. Antiguamente este espacio porticado fue sede de un popular mercado semanal y una feria anual, un privilegio concedido desde 1528 por Carlos V.  Hoy en día se pueden ver mesas y sillas de bares y restaurantes que ofrecen gastronomía local. Vale la pena detenerse a tomar algo y contemplar mientras la vida pasa. 

Información práctica:

  • Visitas guiadas: El ayuntamiento organiza diversas actividades para descubrir la historia del pueblo, sus personajes y lugares de interés. Más información aquí.
Antigua Plaza Mayor de Alquézar/ Foto: Roxana Ibañez

3. Visita la colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar

Es una visita obligada por su importancia histórica y porque es el monumento más emblemático del pueblo. Este conjunto religioso en realidad nació como un baluarte defensivo en el siglo IX levantado por el caudillo musulmán Jalf ibn Asad para detener el avance de las tropas cristianas. Actualmente se conservan las torres y murallas, pero en el siglo XI, tras la conquista del rey de Aragón Sancho Ramírez, se edificó una iglesia románica de la que hoy en día solo se conserva un claustro que sorprende a los visitantes con sus capiteles que describen escenas del Antiguo Testamento, como las tentaciones de Adán y Eva. La actual iglesia que está dedicada a Santa María se reconstruye en el siglo XVI y destaca por sus frescos que retratan historias del Nuevo Testamento y que lo convierten en el único claustro de Aragón que se conserva enteramente pintado. Además, cuenta con un retablo policromado y la pieza más valorada, el Cristo de Lecina.

Información práctica: Reserva tu visita aquí

Colegiata de Santa María la Mayor/ Foto: Roxana Ibañez

4. Aventura por las pasarelas de Alquézar

El circuito de unos tres kilómetros y 180 metros de desnivel positivo es una experiencia imperdible para los amantes de la naturaleza que buscan un poco de adrenalina. El recorrido te llevará por zonas de camino irregular, puentes colgantes y tramos de pasarelas de maderas suspendidas sobre el agua a 25 m de altura. Uno de los grandes atractivos, y parada obligatoria en la ruta, es la zona del azud donde cae con furia un pequeño salto que vas a querer fotografiar o simplemente dejarte engullir por el entorno idílico. En resumen, la ruta de aproximadamente dos horas es ideal para conectar con las esencias paisajísticas del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, que brinda vistas espectaculares de los acantilados y formaciones rocosas, además de la oportunidad de observar aves y la flora local.

Información práctica:

  • Es recomendable: llevar calzado adecuado para realizar una ruta de montaña
  • Inicio del recorrido: el punto de inicio de la ruta se encuentra frente al Ayuntamiento de Alquézar. 
  • Tasa del recorrido: 5€ por persona. Compra tu ticket aquí

5. Lugares para comer en Alquézar

Y no te vayas sin probar la gastronomía local. En los diferentes bares y restaurantes encontrarás desde los deliciosos tomates rosa de Barbastro hasta platos tradicionales como el Ternasco de Aragón, las migas pastoriles y embutidos locales, cazas estofadas… y mucho más. Algunos sitios cuentan con vistas espectaculares como la Brasería Mesón del Vero, donde probar carnes a la brasa con una variada carta. Otra alternativa es Casa Pardina, que destaca por el uso de productos de proximidad en cada uno de sus platos. El Bar Villacantal también ofrece delicias gastronómicas y lo mejor es que a buen precio y con fantásticas vistas. Y no dejes de degustar los tradicionales dobladillos en las panaderías del pueblo.

Conclusión

Alquézar es de esos sitios mágicos que te conecta con cada uno de sus rincones y te hace retroceder en el tiempo. Una visita a sus calles supone empaparse de la historia medieval, sin olvidar que para los más aventureros su pasarela colgante es una gran alternativa. Para llegar hasta este singular pueblo hay que prepararse para vivirlo a paso lento.